REGIÓN E HISTORIA

 

REGIÓN E HISTORIA


Por Arturo Taracena Arriola*

 

 

 

 

 

La problemática

 

Las anotaciones siguientes sobre el concepto de región las hago a partir de la experiencia histórica de la región de Los Altos en Guatemala, entre 1750 y 1850.1 Varias de ellas son reflexiones a posteriori, cuando lo escrito es pensado con mayor distancia y las lecturas consultadas, evaluadas con mayor libertad. Por lo tanto, se enmarcan en el deseo de contribuir modestamente, desde la óptica de la historia política, a configurar una metodología para investigar historia regional.

Es muy común observar que la noción de región en los estudios historiográficos ha estado reducida a las entidades administrativas o a los espacios geográficos, lo que no garantiza un estudio englobante de las complicadas relaciones entre actores, intereses y procesos en el espacio regional ni las de éstas con realidades mayores, como el Estado y la Nación.

El punto de partida para los historiadores regionales debe ser el análisis del espacio y el tiempo desde la actividad social producida por los humanos que los habitan y hacen posibles. Tal actividad se traduce por actos identitarios y procesos económicos y políticos, pues la región en sí es una construcción social en la historia y no un determinismo de origen geográfico o administrativo.

Vista así, se estimula una historia regional menos encerrada en sí misma, más propensa a entender la historia nacional y a entenderse desde la historia nacional, salvando las trampas de las “totalidades” o de las “globalidades”, como lo han señalado José Lameiras y Juan Pedro Viqueira.2

 

 

La metodología propuesta




 

Por mi parte, sigo fascinado con el planteamiento de Eric Van Young sobre la región, cuando la define como una “hipótesis por demostrar”. Me parece que es el mejor camino para no caer en la facilidad de verla donde no la hay, a pesar de que la tradición histórica o geográfica la


* Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales. Guatemala.

1 Arturo Taracena Arriola, Invención criolla, sueño ladino, pesadilla indígena. Los Altos de Guatemala: de región a Estado, 1750-1850. San José, CIRMA­Editorial Porvenir­DRSCT, 1997.

2­ José Lameiras, “El ritmo de la historia y la región” y Juan Pedro Viqueira. “Historia regional: tres senderos y un

mal camino” en Secuencia, 24. México: septiembre­diciembre, 1992.

3 Eric Van Young, La crisis del orden colonial. Estructura agraria y rebeliones populares en Nueva España, 1750-1821.

                          Madrid, Alianza Editorial, 1992.


 


 

denominen como tal. De esa forma, nos encamina por el sendero metodológico.3

Para Van Young, un primer concepto clave a utilizar es el de regionalidad, entendida ésta como la “cualidad de ser de una región”. Es decir, cada una de las propiedades y circunstancias económicas e históricas que distinguen a ese espacio y que pueden ser comparadas en tanto que variables.

Luego, Grégoire Métral nos ayuda a manejar la complejidad del espacio regional —que combina homogeneidad con diversidad por la diferenciación en sus asentamientos humanos—, cuando afirma que el conjunto de los territorios de un espacio conforma el sistema territorial. Cada uno de esos territorios corresponde a un territorio vivido por el grupo social que lo habita, que lo territoria­ liza. La territorialidad es, por tanto, el conjunto de relaciones que una población mantiene en un territorio percibido como suyo y con las dinámicas provenientes del exterior.4

¿Qué significa el hecho que estos grupos muestren en determinadas circunstancias un interés común más allá de su territorio, situándose “en” y “ante” un espacio regional? ¿Qué los lleva a plan­ tearse estrategias comunes para su desarrollo?

Acudiendo nuevamente a Van Young, él denomina regionalismo a esa identificación. O sea, la “identificación consciente, cultural, política y sentimental” que grandes grupos de personas desarrollan con el espacio regional.


En relación con los procesos demográficos, es bueno precisar que el surgimiento de las regio­ nes (al menos en México y Centroamérica) parece estar ligado a un crecimiento demográfico ace­ lerado, que combina un aumento sustantivo de la natalidad con caudales migratorios por razones fundamentalmente económicas.

4 Grégoire Métral, “Reflexions sur les territorialités collectives dans un espace tranfrontalier” en Le Globe, 134, Genève, 1994, pp. 27­30.


 


 

Ahora bien, en la construcción histórica de esa identidad tienden a jugar un papel importante aquellos actores con poder en cada uno de esos territorios, los que pasan a convertirse en una elite regional.

En América Latina, dichas elites surgieron generalmente con base en la expansión de re­ des comerciales y de contrabando propias, abastecedoras de los sistemas exportadores agro­ pecuarios o mineros, las cuales implicaban una importante circulación interna como sustento del esquema articulador regional, según lo investigado por Antonio Ibarra y Van Young, entre otros.5

Ibarra, en sus recientes trabajos, insiste en la especialización productiva y comercial de los mercados regionales; en la evolución de las redes abiertas de los mismos; en la necesidad de explorar las conexiones entre las regiones en torno a sectores de demanda y a las instituciones, caracterizadas por la interacción entre el control corporativo y el manejo oligopólico del mercado; y, finalmente, en la existencia de una red de distribución a larga distancia mediante las ferias comerciales.6


En el surgimiento de las regiones, también influyen la conformación de latifundios a raíz de la puesta en venta de las tierras realengas, con una creciente presión sobre las tierras

5 Antonio Ibarra, “La organización regional del mercado interno colonial novohispano: La economía de Guadalajara, 1770­1804”, en Anuario del IEHs, 9. México, Tandil, 1994, pp. 127­167 y Eric Van Young, La ciudad y el campo en el México del siglo XvIII. La economía rural de la región de Guadalajara, 1675-1820. México, 1989.

6 Antonio Ibarra, “Plata, importaciones y mercado colonial. Circulación interior de importaciones: de Guadalajara

al septentrión novohispano (1798­1818)” en Siglo XIX. Cuadernos de Historia, VI/16. Nuevo León, septiembre / diciembre de 1996, pp.7­37 y María de los Ángeles Gálvez y Antonio Ibarra. “Comercio local y circulación regional de importaciones: la feria de San Juan de los Lagos en la Nueva España” en Historia Mexicana, 183. México, enero /

                           marzo de 1997, pp. 581­616.


comunales indígenas; el celo administrativo de funcionarios públicos menores con la intención de conformar un control político regional y las alianzas matrimoniales entre esos comerciantes, terratenientes y funcionarios, bendecidas por parientes y amigos eclesiásticos, miembros de las iglesias provinciales.7

O sea, una voluntad política de hombres y mujeres prominentes que hicieron coincidir sus propios intereses de naturaleza mercantil y agraria con los de la administración pública de su región, y que tarde o temprano terminaron por enfrentarse con la realidad de la gestión esta­ tal, marcando con su huella el surgimiento del Estado moderno en América Latina durante el siglo XIX.8

Fuerza política efectiva que, también, se enfrentó al desafío de lograr el alineamiento al regionalismo de las masas populares y de las comunidades indígenas, la mayoría de las veces sin éxito, por la disparidad de los intereses y el consecuente divorcio en la percepción de la ciudada- nía. Aquéllas eran necesarias para alcanzar ciertos fines políticos, como el de la autonomía efectiva y duradera. O, aun en el caso de Los Altos y Yucatán, el de la Independencia.

Para construir los regionalismos dichas voluntades políticas necesitaron tiempo. Es decir, fueron procesos históricos en el mediano y largo plazo, fundamentalmente enmarcados en la segunda mitad del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX, pero cuyos rasgos perviven en el siglo XX, pues marcan muchos de los movimientos sociales existentes hoy en día, especialmente los de revitalización de la ciudadanía, la identidad y la descentralización.

Tales conceptos ayudan a comprender, por ejemplo, los intereses encontrados y/o comunes entre las comunidades indígenas y las autoridades regionales, entre las diferentes administraciones territoriales de una región, así como entre los de ésta y los del poder central. Y, aún más, explican el fenómeno histórico de la expansión-contracción del espacio regional, según la fuerza e intensidad del regionalismo en cada uno de esos territorios, y su consecuente planteamiento de autonomía a lo largo del tiempo.

De hecho, por lo que he podido constatar, tal fenómeno está condicionado por los efectos del control y la gestión estatal, por los éxitos y fracasos de las experiencias autonomistas, por la conversión de las elites regionales en clases nacionales. La región de Los Altos en Guatemala vio su espacio ampliarse a inicios del siglo XIX por su necesidad de una salida al Océano Pacífico como garantía de su autonomismo e independencia y, luego, reducirse en la segunda parte del siglo por los avatares de la construcción del Estado guatemalteco, el triunfo de la revolución liberal y el éxito de la producción cafetalera de la bocacosta del sur.

 

El proceso histórico

 



7 En mi libro trato el caso del surgimiento de una Iglesia regional en Los Altos, en cuyo soporte teórico utilicé la obra de David Brading, Los orígenes del nacionalismo mexicano. México. Era, 1988. Posteriormente, me parecen fundamentales las reflexiones comprendidas en la antología coordinada por Álvaro Matute, Evelia Trejo y Brian Connaughton, Estado, Iglesia y Sociedad en México. México, UNAM / Porrúa, 1995.

8 Véase el sugerente trabajo de Marcello Carmagnani “Territorialidad y federalismo en la formación del Estado

mexicano”, en Problemas de la formación del Estado y de la nación en Hispanoamérica. Bonn, Inter Nations, 1984.


 


 

Bernard Poche nos recuerda que el surgimiento del término región nació en Europa en el siglo XVIII, suplantando al de provincia por su dimensión cultural y por su reacción frente a la acción homogeneizadora y normativa del Estado “moderno”. Es decir, a medida que el Estado

—apoyándose en su legitimidad exclusiva y centralizadora— comenzó a interferir ya no sólo en la esfera jurídica, sino en la vida cotidiana, económica y social, hizo surgir en las provincias europeas la noción de autonomía. Es decir, la necesidad de una soberanía parcial o total, dotada de un dominio de competencias reservadas y de una capacidad reglamentaria propios.

Así surgió la problemática de las identidades regionales y con ella la necesidad del uso de los términos región y regionalismo, que pasaron a designar las manifestaciones públicas de los particularismos locales de origen histórico en los Estados modernos europeos.9

En América Latina el fenómeno es parecido —y casi simultáneo— en las postrimerías de la Colonia, y se encuentra ligado a las primeras experiencias de autonomía territorial impulsadas por la reforma de las Intendencias, la consolidación de los mercados regionales y las transformaciones políticas de la segunda mitad del siglo XVIII e inicios del siglo XIX.10

Por tanto, al tratar el tema de los regionalismos es necesario situarse en las maneras en que se produjeron y fueron utilizados o reivindicados por los grupos sociales que los esgrimieron (generalmente, sus elites) y por los que los adversaron (generalmente, las comunidades indígenas


9 Bernard Poche, “Une definition sociologique de région”, en Cahiers Internationaux de Sociologie. París, v. LXXIX, 1985. pp. 225­238.

10 Para las transformaciones políticas implícitas en la transición de la Colonia a la Independencia véase François­

                          Xavier Guerra, Modernidad e Independencia. Ensayos sobre las revoluciones hispanoamericanas. México, fCE, 1992.


y las oligarquías nacionales), en función de estrategias y legados históricos. Esta realidad ha merecido la atención, entre otros, de Marcelo Carmagnani, Antonio Annino, Antonio Escobar y sus respectivos colaboradores.11

Tal proceso hizo producir a la regiones un lenguaje político en favor de una comunidad regio­ nal imaginada,12 con el propósito de justificar su existencia y sentimiento de pertenencia frente a la construcción del Estado centralizado, el peor que pudieron encontrar durante el siglo XIX e inicios del XX. Conforme avanzó la implantación del capitalismo monoexportador, la razón de ser económica de las regiones (el mercado regional) se vio de pronto subordinada a los intereses de las nacientes oligarquías nacionales. Por ello, a la hora de la crisis económica producida por el desorden capitalista en los países subdesarrollados, el proteccionismo se concibió a nivel nacional.13

Otro factor determinante en el surgimiento de algunas de las regiones y sus regionalismos en América Latina fue su ubicación en un espacio limítrofe con fronteras intraestatales, como en el caso de la región de Los Altos, condicionada por las realidades nacionales de México y Guate­ mala. En tales circunstancias, en dicho espacio transfronterizo los proyectos centrales mexicano y guatemalteco proyectaron —y proyectan— esferas de regulación natural o social,14 que se tradujeron —y traducen— en políticas nacionalistas distintas e incidieron —e inciden— en la subordinación no negociada del proyecto regional altense, como también les sucedería a los pro­ yectos chiapaneco y soconusqueño.

Por esas razones, las historias regionales en los diferentes países de América Latina están, a mi juicio, ligadas a los desafíos básicos de la política, la cultura y la economía decimonónicas: región versus nación; centralismo versus federalismo; ciudadanía versus corporativismo; conservadurismo versus liberalismo, etcétera.

Se desarrollan, así, múltiples trilogías conceptuales, que los historiadores tendemos a considerarlas desde la experiencia extranjera y/o del poder central, sin advertir que hay una interpretación de las mismas desde las ópticas regionales, la cual incide en las modalidades que éstas asumen en cada país latinoamericano. Es decir, son conceptos o trilogías conceptuales que exigen de los historiadores mayor análisis comparativo entre las diversas experiencias regionales en los países latinoamericanos, y entre ellas y las de sus Estados correspondientes:

espacio­territorio­frontera; local­regional­nacional;

municipio­departamento(estado)­Estado; comunidad­municipio­región;

 

11 Marcello Carmagnani es uno de los precursores. Véase en especial “El federalismo argentino en la primera mitad del siglo XIX” en Federalismos latinoamericanos: México / Brasil / Argentina. México: fCE, 1993. Más recien­ temente están las antologías coordinadas por Antonio Annino, Historia de las elecciones en Iberoamérica, siglo XIX. México, fCE, 1995, y por Antonio Escobar, Indio, nación y comunidad en el México del siglo XIX. México, CEMCA­ CIESAS, 1993.

12 Tal y como utiliza el concepto Benedict Anderson en Comunidades imaginadas, México: fCE, 1993.

13 Robert Lafont, La revolución regionalista. Barcelona, Ariel, 1971.

14 Véase el trabajo citado de Grégoire Métral.

15 Noëlle Demyk, “Los territorios del Estado­nación en América Central. Una problemática regional”, en Arturo Tara­


mercado local-mercado regional-mercado nacional; criollos-ladinos(mestizos)-indígenas;

ciudadanía-elecciones-soberanía; Estado-Nación-República.

 

 

Conclusión

 

Al hacer historia regional es importante cernir el carácter potencial unitivo —de colectividad y de difusión territorial— existente en cada región, así como historiar la capacidad con que esa potencialidad es convertida en acción política, cultural y económica.

Sólo así podremos comprender el palimpsesto que es hoy en día cada uno de nuestros países

—de acuerdo con la bella metáfora de Noëlle Demyk,15 pues atrás de la escritura de lo nacional, borradas por las historias oficiales, se encuentran las escrituras regionales.

Por ello, depende de nosotros hacer de la historia regional un aparato de rayos X que nos ayu- de a explicar no sólo un fenómeno histórico local, sino que nos dé herramientas para analizar la construcción del Estado nacional y para entender el presente, más aún el de proyectos centrales en crisis, como en México, Colombia y Guatemala.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

Anderson, Benedict, Comunidades imaginadas. México, fCE, 1993.

Brading, David, Los orígenes del nacionalismo mexicano. México, Era, 1988. Posteriormente, me parecen fundamentales las reflexiones comprendidas en la antología coordinada por Álvaro Matute, Evelia Trejo y Brian Connaughton, Estado, Iglesia y Sociedad en México. México, UNAM / Porrúa, 1995.

Carmagnani, Marcello, “El federalismo argentino en la primera mitad del siglo XIX”, en Federalismos latinoamericanos: México / Brasil / Argentina. México, fCE, 1993.

—— “Territorialidad y federalismo en la formación del Estado Mexicano” en Problemas de la formación del Estado y de la nación en Hispanoamérica. Bonn, Inter Nations, 1984.

Demyk, Noëlle, “Los territorios del Estado-nación en América Central. Una problemática regional”, en Arturo Taracena Arriola y Jean Piel, Identidades nacionales y Estado moderno en Centroamérica. San José, DRCST- CEMCA-fLACSO-EUCR, 1995.

Guerra, François-Xavier, Modernidad e Independencia. Ensayos sobre las revoluciones hispanoamericanas.

México, fCE, 1992.

Ibarra, Antonio, “La organización regional del mercado interno colonial novohispano: La economía de Guadalajara, 1770-1804”, en Anuario del IEHs, 9. México: Tandil, 1994, pp. 127-167 y Eric Van Young, La ciudad y el campo en el México del siglo XvIII. La economía rural de la región de Guadalajara, 1675-

 


 

cena Arriola y Jean Piel, Identidades nacionales y Estado moderno en Centroamérica. San José, DRCST-CEMCA-fLACSO-

                                         EUCR, 1995.


1820. México, 1989.

—— “Plata, importaciones y mercado colonial. Circulación interior de importaciones: de Guadalajara al septentrión novohispano (1798-1818)”, en Siglo XIX. Cuadernos de Historia, VI/16. Nuevo León: septiembre

/ diciembre de 1996, pp.7-37, y María de los Ángeles Gálvez y Antonio Ibarra. “Comercio local y circu- lación regional de importaciones: la feria de San Juan de los Lagos en la Nueva España”, en Historia Mexi- cana, 183. México, enero / marzo de 1997, pp. 581-616.

Lafont, Robert, La revolución regionalista. Barcelona, Ariel, 1971.

Lameiras, José, “El ritmo de la historia y la región” y Juan Pedro Viqueira, “Historia regional: tres sende- ros y un mal camino” en Secuencia, 24. México, septiembre-diciembre, 1992.

Métral, Grégoire, “Reflexions sur les territorialités collectives dans un espace tranfrontalier”, en Le Globe,

134, Genève, 1994, pp. 27-30.

Poche, Bernard, “Une definition sociologique de région”, en Cahiers Internationaux de Sociologie. París, v. LXXIX, 1985, pp. 225-238.

Taracena Arriola, Arturo, Invención criolla, sueño ladino, pesadilla indígena. Los Altos de Guatemala: de región a Estado, 1750-1850. San José, CIRMA-Porvenir-DRSCT, 1997.

Van Young, Eric, La crisis del orden colonial. Estructura agraria y rebeliones populares en Nueva España, 1750-1821. Madrid, Alianza Editorial, 1992.


...

...


 

ENLACES AMBIENTALES DE SAMOGA U.N.

Acciones frente al clima y el desarrollo.  

Acecha El Niño fortalecido por el calentamiento global.

Acuerdo Climático: avance necesario pero insuficiente.

Adaptación al cambio climático para Manizales.

Agua como bien público.  

Agua y Clima.  

Aguacate en la tierra del café.

Aguadas: esplendor entre neblinas y pasillos.

Al Bahareque le Fue Muy Bien.

Albert Einstein en los cien años de la Teoría de la Relatividad.

Amenazas naturales en los Andes de Colombia.  

Amenaza climática en el trópico andino.  

Anotaciones a las vías de Caldas.

Aprendizajes en procesos participativos de reconversión productiva.

Árboles, poblaciones y ecosistemas.

Área metropolitana de Manizales.

Arroyo Bruno, entre la muerte negra y la vida wayuu.

Aspectos geofísicos de los Andes de Colombia.  

Asuntos del clima en Colombia vistos desde El Niño.  

Bioturismo y adaptación ambiental para la Ecorregión Cafetera.

Bioturismo y ruralidad en la Ecorregión Cafetera.

Bosques, Cumbre del Clima y ENSO.

Bosques en la Cultura del Agua.   

Bosques para la Estabilidad del Medio Ambiente.

Caldas en la consulta minera.

Caldas y Tolima: proyectos de conectividad regional.

Calentamiento global.

Calentamiento global en Colombia.

Cambio Climático en Caldas – Colombia.

Cambio climático y gestión ambiental en Caldas.

Cambio Climático y Pasivos Ambientales del Modelo Urbano.

Cambio climático y sustentabilidad del territorio.

Cambio climático y turismo en Colombia.

Caldas en la biorregión cafetera.

Ciencias Naturales & CTS.

Ciencia, tecnología y ruralidad en el POT de Caldas.

Clima andino y problemática ambiental.  

Clima, deforestación y corrupción.

Clima extremo, desastres y refugiados.

Clima: las heladas en Colombia

Colombia biodiversa: potencialidades y desafíos.

Colombia en el día de la Pachamama.

Colombia Tropical ¿y el agua qué?

Colombia, país de humedales amenazados.

Colombia: riesgos geodinámicos y hábitat.

¿Colombia sostenible?

Colombia, ¿y la inequidad qué?

Con el solsticio, pasada la navidad se acentuará El Niño.

Construyendo paz en el Magdalena Medio.

COP21, un reto social y político a nivel global.  

COP 23, la cumbre del clima en Bonn.

Crecimiento con deuda social.

Crisis del clima: y el cambio climático ¿qué?

Crisis social por disfunciones económicas en Colombia.

CTS, Economía y Territorio.

Cuando llegan las lluvias.

Cuatro PNN, patrimonio natural de la Ecorregión Cafetera.

Cultura del agua en los ríos urbanos.

Cultura y Astronomía.

Cultura y Turismo en Caldas.

Cumanday, ¿el león dormido?

Curso de capacitación CIDEAMA

Chinchiná Siglo XXI.

De la Cumbre de Durban al desastre de Colombia.  

Degradación del hábitat y gestión ambiental.  

Del antropocentrismo al biocentrismo.

Desarrollo energético y clima salvaje. 

Desarrollo sostenido en la prospectiva de la problemática ambiental y la supervivencia.

Desarrollo urbano y huella ecológica. 

Desarrollo y revoluciones tecnológicas. 

Deuda histórica con el Pacífico Colombiano.

Día de los océanos: mares y océanos del planeta azul.

Dia Internacional de La Tierra – Colombia.

Diálogos con el Territorio y Gestión del Riesgo Natural.

Dinámicas del clima andino colombiano.

Dinámicas Territoriales y Paisaje Cultural Cafetero.

Dinámicas y contra rumbos del desarrollo urbano.

Doscientos años de regresiones rurales en Colombia.

Economía colombiana: crisis y retos.

Ecorregión Cafetera: evaluación ambiental del territorio. 

Ecorregión Cafetera: Minería y Medio Ambiente.

Ecorregión Cafetera y Bioturismo.

Educación: una visión prospectiva.

Eje Cafetero: cambio climático y vulnerabilidad territorial.   

Eje Cafetero, ciudad región y revolución urbana.

Eje Cafetero: construcción social e histórica del territorio.

El agua en Colombia: glosas.   

El agua en la biorregión caldense.   

El camino a las estrellas.

El desarrollo urbano y económico de Manizales.  

El desastre en el río Mira.

El desplome económico por la pandemia.

El día mundial del Medio Ambiente.

El Estado y la función del suelo urbano.

El fantasma de la imprevisión.

El inestable clima y la crisis del agua.

El misterioso lado oscuro del universo.

El ocaso del bosque andino y la selva tropical.   

El Paisaje Cultural Cafetero: ¿Sujeto de Derechos?

El porqué de los aguaceros en Colombia.

El Río Grande en la Audiencia Ambiental Caribe de la PGN.

El siniestro de Mocoa, designio de la imprevisión.

El territorio caldense, un constructo cultural.

El territorio de los Ansermas de la cultura Umbra. 

El territorio del río Grande de la Magdalena.

El tortuoso camino de los acuerdos climáticos.

El volcán y el desastre de Armero.

Elementos de Astrofísica y Las Estrellas. 

Expansión aguacatera y consulta minera en el Eje Cafetero.

Fisiografía y geodinámica de los Andes de Colombia.  

Freno a mercurio y plomo en Colombia.

Geotecnia para el Trópico Andino.

Gestión del riesgo natural y el caso de Colombia.

Gestión del Riesgo por Sismos, Volcanes y Laderas en la Política Ambiental de Manizales.

Gestión y política pública ambiental, para el patrimonio natural en Colombia.

Gobernanza forestal para la ecorregión andina.  

Guerra o Paz, y disfunciones socio-ambientales en Colombia.

Guía astronómica.

Haití sin resiliencia para el desastre.

Huella hídrica en Colombia.  

Huracán Iota: el tifón que abate a San Andrés.

Huracanes y Terremotos acechan.

Institucionalidad en el Paisaje Cultural Cafetero.

Isaac Newton.

La astronomía en Colombia: perfil histórico.

La cosmología de Stephen Hawking.

La crisis del turismo.

La economía en la era del conocimiento.

La encrucijada ambiental de Manizales.

La gran cuenca Magdalena-Cauca.  

La historia del Cerro Sancancio.

La septuagenaria Plaza de Mercado de Manizales.

Laderas del Trópico Andino: caso Manizales.

Las Cuatro Estaciones y el Cambio Climático.

Las cuentas del agua.

Laudato sí: El Cuidado de la Casa Común: memorias.  

Legalidad y sostenibilidad de la guadua en la ecorregión cafetera.

Los albores de la civilización.

¿Llega el invierno, pero la vulnerabilidad qué?

Llegó La Niña… ¿y entonces?

Manizales: ciudad de los ecoparques.

Manizales, ¿ciudad del agua?  

Manizales: hacia un norte más sostenible.

Manizales: Foro del Agua 2019. 

Magdaleneando hasta el Tolima Grande.

Manizales: El futuro de la ciudad.

Manizales: perfil de su territorio y complejidades de su ordenamiento.

Manizales: política pública ambiental y gestión del riesgo.  

Manizales: un diálogo con su territorio. 

Manual de geología para ingenieros. 

Más allá de las profecías Mayas. 

Más espacio y oportunidades para el ciudadano.

Mecánica Planetaria.

Medio ambiente, mercado y Estado.

Misión de Sabios de Caldas: encuesta.

Movilidad y Modelo Urbano.

Muelle de Tribugá: ¿es posible el desarrollo sostenible?

Navegando el Río Grande de la Magdalena.

Neira: entre la ruralidad y la ciudad región. 

Newton: de Grecia al Renacimiento.

No hay más terremotos, simplemente desastres más grandes.

Nuestras aguas subterráneas.

Nuestro frágil patrimonio hídrico

Nuestros bosques de niebla en riesgo.

ONG: desarrollo sostenible, gestión del riesgo y cambio climático.

Opciones de Caldas en medio ambiente, cultura y territorio.

Otra vez El Niño: ¿cómo adaptarnos?  

Paisaje y Región en la Tierra del Café.  

Paramos vitales para la Ecorregión Cafetera.

Patrimonio hídrico: carencias en la abundancia.  

PCCC: disrupciones y derechos bioculturales.

Peajes y movilidad en Colombia.

Perfil Ambiental de Manizales y su territorio.

Periplo científico de Humboldt por América.

Plusvalía urbana para viabilizar el POT de Manizales.

Pobreza y ruralidad cafetera.

POMCA Campo Alegre: fase prospectiva.

POMCA Río Guarinó: fase prospectiva.

Por falta de bosques con el agua al cuello.

Preservación Ambiental e Hídrica dentro de la Declaratoria del PCCC.

Prisas para tiempos de calma.

Procesos de control vigilancia forestal en la región andina de Colombia.

¿Qué deja la temporada invernal y para dónde va?

¿Qué hacer con la vía al Llano?

Reconstrucción con adaptación al cambio climático en Colombia

¿Réquiem por la Reserva Forestal Protectora de Río Blanco? 

Retos ambientales y logísticos en la hidrovía del Magdalena.

Retrospectiva histórica de la minería en Marmato.

Riesgo en la zona andina tropical por laderas inestables

Riesgos para el agua en la ecorregión cafetera de Colombia.

Riesgo sísmico: los terremotos.

Río Blanco, cuna de vida… 

Ríos urbanos para Manizales.

Riosucio mestiza e indígena.

Salamina patrimonial y emblemática.

Samaná, tierra de agua y miel.

Sismo, bahareque y laderas.

Sol, clima y calentamiento global.  

Stephen Hawking.

Subregiones del departamento de Caldas: perfiles.

Supía: 475 años bajo la tutela del cerro Tacón.

Templanza y solidaridad frente al desastre.

Territorio y Región: Caldas en la ecorregión cafetera.

Tiempo y Calendarios.

Tierra y ruralidad en Colombia.

Tres décadas del Hubble.

Turismo espacial: ¿riesgos o beneficios?

UMBRA: la Ecorregión Cafetera en los Mundos de Samoga.

Un pacto con la sociedad y la naturaleza.

Un país con grandes retos ambientales.

Un Territorio Forjado en Oro, Panela y Café.

Un SOS por la bambusa guadua.

Una mirada al contexto regional.

Una lectura al PCC desde Pijao.

Vías lentas en el corazón del Paisaje Cultural Cafetero.

Visión retrospectiva y prospectiva del desarrollo regional.

Vida y desarrollo para el territorio del Atrato.

¿Violación de derechos ambientales en Río Blanco? 

Vulnerabilidad de las laderas de Manizales.

¿Y el agua en Colombia qué?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



 

 

 

 

 

 

 



 


Comentarios

Entradas populares de este blog

EJE CAFETERO: CIUDAD REGIÓN Y REVOLUCIÓN URBANA

COLOMBIA: DESCENTRALIZACIÓN Y DESARROLLO REGIONAL

Colombia: retos y desafíos del cambio climático